Y es entonces cuando escucho esa frase que se repite una y otra vez:
«El precio está bien… no entiendo por qué no se vende.»
Yo también hago una pausa.
Porque no siempre se trata de cifras.
Y eso es justamente lo que muchos aún no ven.
A veces, el verdadero problema es otro:
tu inmueble está en automático.
una propiedad que se ve bien,
pero no dice nada.
No emociona.
No se queda en la mente ni en el corazón del que la visita.
Y el comprador … pasa la página.
Eso es el Síndrome del Amante sin Nombre:
Ese amante guapísimo, encantador, de portada de revista
pero que no conecta.…
que parece tenerlo todo,
pero que no logra tocarte el alma.
Y al poco tiempo…
ni recuerdas su nombre….
Así de brutal.
Si tu inmueble no despierta algo en los primeros segundos,
se convierte en parte del paisaje.
Bonito, sí… pero olvidable.
Porque el mercado no responde solo a números.
Ni a metros cuadrados.
Responde a algo más sutil, más humano, más invisible:
la conexión emocional.
Y sin conexión…
no hay venta.
La gente justifica con la razón, pero decide con el corazón.
Ese “algo” que activa la decisión no es la cantidad de habitaciones.
Es lo que se imagina viviendo ahí.
Es la historia que se proyecta en su mente.
Es ese relato silencioso que el inmueble logra activar…
o no.
¿Qué hace que una propiedad conecte?
No es solo la ubicación.
Ni los metros.
Ni siquiera la vista.
Es cómo se percibe el valor
Es lo que transmite antes, durante y después de una visita.
Es la coherencia entre lo que muestra, lo que promete… y lo que despierta.
Y eso no pasa por casualidad.
Se construye con Intension y con Estrategia.
Posicionamiento: el diferencial silencioso
Cuando una propiedad no se vende, muchas veces el problema no es el precio.
Es la falta de un posicionamiento claro, relevante y competitivo.
Posicionar no es solo publicar.
Es diseñar una estrategia comercial a la altura del activo, con un marketing bien ejecutado que cree una experiencia coherente entre:
• La presentación visual: fotografías que transmitan, luz que abrace, orden que invite.
• La narrativa adecuada: que hable en el idioma del público correcto, que diga no solo qué se vende, sino qué se siente. Qué beneficios emocionales y funcionales ofrece, qué promesas emociona cumplir.
• El perfil del comprador ideal: quién es, qué busca, y por qué elegiría tu propiedad entre tantas.
Cuando Precio, Narrativa y Propósito se alinean,
el inmueble deja de ser uno más.
Empieza a ser una invitación.
Una historia que alguien quiere habitar.
Lo que se elige no siempre es lo más Barato
En un entorno saturado de opciones,
se elige lo que construye percepción de valor, confianza y proyección de futuro.
Así que no,
no siempre se trata de bajar el precio.
Ni de pensar “tengo que renovarla” o “quizás está mal ubicada.”
Si tu propiedad no se vende, no bajes el precio!
Prueba Subir la historia.
Porque en el Mercado Inmobiliario actual, lo que más valor tiene
no es lo que esta a la vista….
es lo que permanece en la memoria.
Es el espacio que se recuerda.
El que toca una fibra.
No se trata de inventar.
Se trata de narrar lo que ya está ahí,
pero nadie ha sabido contar…
Si tu propiedad no se vende…no bajes el precio.
Sube la historia!!!
Soy Daphne, tu House Whisperer.
Y te aseguro esto:
Cuando tu inmueble deja de ser solo
una descripcion en un Portal y en un video donde solo cuentas caracteristicas
Se convierte en experiencia deseada…
Y como el Buen Amante:
se vuelve… INOLVIDABLE!!
Nos leemos pronto.
La próxima historia ya está tocando la puerta.
