Muchos propietarios cometen este error:
💔 Dejar una propiedad en manos de alguien cercano, por cariño, sin contratos, sin avalúo, sin estructura.
Pero el amor no reemplaza la planificación.
Y cuando no hay reglas, lo que empieza con confianza puede terminar en conflictos, deterioro del inmueble… o hasta demandas familiares.
👉 ¿Permitiste que alguien de confianza administre o viva en tu propiedad?
Si no hay avalúo, contrato ni límites claros, estás dejando un activo valioso en manos del azar.
📌 Como avaluadora certificada y asesora en bienes raíces, puedo ayudarte a prevenir lo que muchos no se atreven a ver venir.
💬 ¿Has vivido una situación parecida? ¿Estás por tomar una decisión así?
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Tu propiedad es tu legado. Cuídalo con cabeza fría y corazón claro.
🏠»Es mi familia, nunca me fallará»… hasta que lo hizo.
Por Deyanira López Boccardo – Avaluadora Certificada y Asesora en Bienes Raíces
En bienes raíces, hay un error silencioso pero muy común: dejar una propiedad en manos de un familiar, pensando que el amor o la confianza bastan.
No lo hacemos por ingenuidad. Lo hacemos por cariño, por evitar conflictos, por “no querer hacer un papelón con un contrato”… o simplemente porque creemos que nunca se van a pelear.
Pero cuando no hay estructura, lo que empieza con afecto termina, muchas veces, con dolor.
🧱 La casa, el terreno o el apartamento… ¿es un hogar o una bomba de tiempo?
Te sorprendería saber cuántas veces he escuchado frases como estas:
• “Mi tía vive ahí desde hace años, pero ahora no quiere salir ni pagar arriendo.”
• “Le pedí a mi primo que administrara la casa de mi mamá, pero nunca rindió cuentas.”
• “Pusimos a mi hermano a vivir en la propiedad para que la cuidara, y ahora la trata como si fuera suya.”
Cada una de esas historias empezó con la mejor intención. Y cada una terminó con rupturas familiares, procesos legales o inmuebles deteriorados y sin valor de mercado.
¿Dónde nos equivocamos?
- Creer que la familia nunca se va a pelear
Este es el error más doloroso. Las propiedades despiertan emociones, egos, reclamos antiguos. Donde no hay reglas, florecen los conflictos. No alcanza con decir “confiamos el uno en el otro”. - No dejar nada por escrito
Un acuerdo de palabra no protege a nadie. Un contrato sí. Formalizar un arrendamiento, comodato o administración no significa desconfiar: significa cuidar lo que tanto te costó construir. - Delegar sin evaluar capacidades
No todas las personas saben administrar un bien. Algunos familiares no tienen tiempo, otros no saben negociar con arrendatarios, y otros simplemente no tienen criterio financiero. Una mala gestión puede costarte millones. - No conocer el valor real
Sin un avalúo actualizado, las decisiones se toman a ciegas. ¿Estás regalando tu propiedad sin saberlo? ¿Estás dejando que alguien viva en un inmueble que vale más de lo que crees? - Evitar conversaciones incómodas
Hablar de herencias, de contratos, de límites… incomoda. Pero no hablarlo ahora es abrirle la puerta al conflicto mañana. Y cuando el problema explota, ya no estás tú para explicarlo.
🔚 ¿Y si además… lo dejas vivir allí?
Permitir que un familiar “se quede” en la propiedad sin condiciones claras es uno de los mayores errores que veo.
Al principio parece conveniente: la casa no está sola, la cuida alguien de confianza. Pero con el tiempo, se convierte en un problema difícil de resolver:
• Se sienten dueños.
• No pagan ni mantenimiento ni arriendo.
• Se niegan a salir.
• Dicen que “esa era la voluntad de la abuela”.
• La familia se divide entre los que apoyan y los que reclaman.
Y tú, o tus hijos, terminan con un bien que ya no pueden vender, arrendar ni usar.
🛑 La consecuencia de no poner límites claros es esta:
Perder el control de tu propiedad. Perder el valor del bien. Perder la armonía familiar.
✅ ¿Qué puedes hacer hoy?
• Haz un avalúo certificado a la fecha de la entrega del bien. Conocer el valor real te da claridad y control.
• Formaliza por escrito cualquier acuerdo, aunque sea con tu hermano.
• Elige a quien administre con criterio técnico, no solo emocional.
• Y sobre todo: piensa con visión de futuro, no solo con afecto del presente.
📩 ¿Quieres ayuda para tomar una decisión correcta y justa?
Escríbeme. Estoy aquí para acompañarte con avalúos, asesoría legal-inmobiliaria y soluciones reales.
🔐 Porque cuidar tu propiedad no es desconfiar de la familia. Es proteger tu patrimonio, tu paz… y tus relaciones
